11 mayo 2025

La anorexia manda en la adolescencia


La anorexia nerviosa es un trastorno alimentario que se caracteriza por una restricción extrema de la ingesta de alimentos, un miedo intenso a ganar peso y una imagen corporal distorsionada.

Las personas con anorexia suelen verse a sí mismas con sobrepeso, incluso cuando están peligrosamente delgadas, lo que puede llevar a desnutrición severa y a complicaciones médicas graves. Esta situación prima entre los adolescentes, debido a factores como los cambios corporales que sufre el cuerpo en esa etapa, la presión social, diversos factores psicológicos...

Este problema es cada vez más frecuente, incentivado en gran medida por las redes sociales, en las que se muestran cuerpos perfectos y polioperados haciendo creer que todos deben ser así, y que solo eso es un cuerpo bonito. A continuación se muestra una gráfica que refleja el aumento de casos de anorexia en adolescentes españoles del 2011 al 2022.


¿Cómo podemos prevenir la anorexia?

  • Fomentando una imagen corporal positiva: promover la aceptación de la diversidad de cuerpos y no idealizar cuerpos irrealistas en los medios de comunicación.
  • Mantener una comunicación abierta: crear un entorno familiar en el que los adolescentes se sientan cómodos hablando sobre sus sentimientos y preocupaciones sin temor a ser juzgados.
  • Educar sobre la nutrición y el bienestar: enseñar a los adolescentes la importancia de una alimentación equilibrada y saludable, educándolos sobre cómo cuidar su cuerpo de manera adecuada.
  • Desalentar la dieta restrictiva: desalentar las dietas extremas y las restricciones alimentarias innecesarias, así como fomentar una relación saludable con la comida.
  • Estar atentos a las señales de alerta: vigilar la aparición de signos tempranos de trastornos alimentarios y buscar ayuda profesional de inmediato si se observan comportamientos preocupantes.
Se ha extraído información de Sana-Mente para elaborar este artículo.


08 mayo 2025

Protege tu piel todo el año: mitos y verdades sobre el protector solar

Cuando pensamos en protector solar, la mayoría lo asocia al verano o a un día de playa. Sin embargo, la radiación ultravioleta (UV) que daña nuestra piel no desaparece con el frío ni las nubes. Usar protección solar de forma constante es una de las medidas preventivas más efectivas contra el envejecimiento prematuro, las manchas y, sobre todo, el cáncer de piel.


¿Por qué es importante usar protector solar todo el año?


Los rayos UV se dividen en UVA y UVB:
  • UVB: responsables de las quemaduras solares. Son más intensos en verano.
  • UVA: atraviesan nubes y cristales, y están presentes todo el año. Penetran profundamente en la piel y aceleran el envejecimiento.

Mitos comunes sobre el protector solar

Mito Realidad
No necesito usarlo si está nublado Los rayos UVA penetran las nubes. El riesgo sigue presente.
Tengo piel morena, no me quemo La piel oscura tiene más melanina, pero también puede sufrir daño solar y cáncer.
Solo lo aplico una vez al día Debe reaplicarse cada 2 horas, y después de sudar o mojarse.
Mi maquillaje ya tiene SPF El SPF en cosméticos suele ser insuficiente para proteger de verdad (se necesitaría aplicar mucha cantidad).

¿Cómo elegir y usar bien el protector solar?


Recomendaciones básicas:
  • SPF 30 o superior (preferiblemente 50).
  • Protección de amplio espectro (UVA y UVB).
  • Aplicar 15-30 minutos antes de la exposición.
  • Usar una cantidad equivalente a una cucharadita por zona corporal.
  • Reaplicar cada 2 horas y después de nadar, sudar o secarse.

¿Quiénes deben usarlo diariamente?


  • Personas con piel clara, pecas o antecedentes de cáncer de piel.
  • Quienes toman medicamentos fotosensibilizantes (antibióticos, diuréticos, retinoides).
  • Personas con condiciones dermatológicas como rosácea, melasma o lupus.
  • Todos, incluidos niños mayores de 6 meses.

¿Qué pasa si lo usas todos los días?


Usar protector solar todos los días:
  • Reduce el riesgo de carcinoma de células basales y escamosas.
  • Disminuye la aparición de manchas y arrugas.
  • Protege la integridad del ADN celular frente a la radiación UV.
  • Mejora la eficacia de tratamientos dermatológicos (como ácidos, retinol, láser, etc.).
Consulta este video para más información:

También puede consultar estas páginas:

La prevención de la salud mental desde la adolescencia

Este vídeo de divulgación educativa explica, de forma clara y accesible, cómo podemos prevenir algunos de los trastornos psicológicos más comunes, como la ansiedad, la depresión o el estrés crónico, adoptando tres hábitos fundamentales en nuestra vida diaria. La salud mental es un aspecto esencial del bienestar general, y este contenido resalta que con pequeñas acciones cotidianas se puede cuidar de manera efectiva.

1. Ejercicio físico regular
El primer pilar que menciona el vídeo es la práctica constante de ejercicio físico. No es necesario realizar rutinas intensas: caminar, montar en bicicleta, practicar yoga o bailar son actividades más que suficientes para activar la producción de endorfinas, que son neurotransmisores que generan sensaciones de placer y bienestar. Además, el ejercicio reduce los niveles de cortisol (la hormona del estrés), mejora la calidad del sueño y ayuda a mantener la mente enfocada y relajada.

2. Hábitos de vida saludables
La segunda clave está en mantener rutinas sanas que beneficien tanto al cuerpo como a la mente. Esto incluye una alimentación equilibrada, rica en frutas, verduras, proteínas y grasas saludables, evitar el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas, y asegurarse de dormir al menos 7-8 horas cada noche.
Una dieta adecuada nutre el cerebro, el sueño permite que este se recupere, y la eliminación de sustancias tóxicas mejora la capacidad del cuerpo para manejar el estrés y la ansiedad. Estos factores juntos ayudan a prevenir el deterioro emocional y fortalecen la resiliencia psicológica.

3. Autocuidado emocional y relaciones sociales
El último punto que se trata es el autocuidado emocional, es decir, prestar atención a nuestras propias necesidades mentales y emocionales. Esto puede incluir leer, meditar, escribir, escuchar música, realizar actividades creativas o simplemente descansar sin culpa.
Igualmente, el vídeo subraya la importancia de mantener vínculos afectivos sanos y buscar ayuda cuando sea necesario. Hablar con personas de confianza o acudir a un psicólogo no es un signo de debilidad, sino un paso importante hacia el bienestar emocional.

En conclusión, este vídeo recuerda que la prevención de trastornos mentales no depende únicamente de la genética o el entorno, sino también de nuestras decisiones diarias. La combinación de ejercicio, hábitos saludables y autocuidado puede ayudarnos a mantener una buena salud mental y mejorar nuestra calidad de vida.

El vídeo se puede visualizar en este enlace: https://youtu.be/41el0jzy4rg?si=mzBfyrjfb5ZDQtvD

07 mayo 2025

Lavarse las manos salva vidas: lo que aún hacemos mal (y cómo corregirlo)

 

El lavado de manos es una de las medidas más simples y efectivas para prevenir enfermedades infecciosas. Sin embargo, muchas personas hoy en día no lo realizan correctamente, lo que disminuye su eficacia y produce la proliferación de organismos patógenos entre los ciudadanos. Según la Organización Panamericana de la Salud, esta práctica es esencial para reducir el riesgo de infecciones y forma parte de las recomendaciones para combatir la resistencia antimicrobiana.[1]

 ¿Por qué es tan importante?

Lavarse las manos correctamente con agua y jabón u otro tipo de solución hidroalcóholica puede prevenir 1 de cada 3 enfermedades diarreicas y 1 de cada 5 infecciones respiratorias, como el resfriado o la gripe. Se ha demostrado que este hábito, si se realiza varias veces al día, puede reducir en un 50% el riesgo de contraer enfermedades transmisibles, especialmente en lugares como colegios, hospitales o en el hogar. Es un gesto sencillo, pero crucial para proteger a los más vulnerables, especialmente a los niños.[2]

Manos sucias vs limpias

Errores comunes al lavarse las manos

A pesar de su importancia, muchas personas cometen errores al lavarse las manos [3]:

  • No dedicar suficiente tiempo: Es necesario frotar las manos con jabón durante al menos 20 segundos para eliminar eficazmente los gérmenes.

  • No lavar todas las partes de las manos: Es común olvidar áreas como el dorso de las manos, entre los dedos y debajo de las uñas.

  • Usar solo agua: El agua por sí sola no es suficiente; el jabón es esencial para eliminar la suciedad y los microorganismos.

  • No secar las manos adecuadamente: Las manos húmedas pueden transferir gérmenes más fácilmente. Es importante secarlas completamente con una toalla limpia.

¿Cómo lavarse las manos correctamente?

Para un lavado de manos efectivo, sigue estos pasos:

  1. Mójate las manos con agua con corriente limpia.

  2. Aplica suficiente jabón para cubrir todas las superficies de las manos.

  3. Frota las palmas de las manos entre sí.

  4. Asegúrate de limpiar el dorso, entre los dedos y debajo de las uñas correctamente.

  5. Continúa frotando durante al menos 20-30 segundos.

  6. Enjuaga bien las manos con agua corriente.

  7. Sécalas con una toalla limpia o al aire.

Aquí adjunto un vídeo que nos puede ayudar a esclarificar esta explicación: youtube


Educación y concienciación

La promoción del lavado de manos en escuelas y comunidades es fundamental. Programas educativos han demostrado reducir enfermedades y mejorar la asistencia escolar . Además, iniciativas como las del Hospital Santos Reyes en Aranda de Duero destacan la importancia de la higiene de manos en la prevención de enfermedades infecciosas. [4]

03 mayo 2025

Sexualidad informada: educación integral para prevenir riesgos y promover el bienestar

La educación integral en sexualidad (EIS) es un proceso educativo basado en planes de estudio que abordan aspectos cognitivos, emocionales, físicos y sociales de la sexualidad. Su objetivo es proporcionar a niños, niñas y jóvenes conocimientos basados en evidencia científica, habilidades, actitudes y valores que les permitan disfrutar de salud, bienestar y dignidad; establecer relaciones respetuosas; analizar cómo sus decisiones afectan su propio bienestar y el de otras personas; y comprender cómo proteger sus derechos a lo largo de su vida . La EIS es fundamental para preparar a los jóvenes para una vida segura y productiva, especialmente en un mundo donde el VIH, las infecciones de transmisión sexual (ITS), los embarazos no planificados y la violencia de género representan riesgos significativos para su bienestar .[1] [2] [3]

La implementación de programas de ESI ha demostrado tener efectos positivos, como el aumento del conocimiento de los jóvenes y la mejora de su actitud respecto a la salud y los comportamientos sexuales y reproductivos . Contrario a algunas creencias, la educación en sexualidad no incrementa la actividad sexual ni los comportamientos de riesgo; de hecho, los programas que combinan el retraso de la actividad sexual con el uso de métodos anticonceptivos resultan eficaces .[4]

Además, los programas centrados en el género son más eficaces para reducir los índices de embarazos no deseados y de infecciones de transmisión sexual (ITS). La ESI también desempeña un papel crucial en la promoción de la igualdad de género y la inclusión social. Al abordar temas como la orientación sexual, la identidad de género y las relaciones saludables, la educación sexual integral ayuda a construir una sociedad más segura e inclusiva .

En España, la falta de una educación sexual adecuada ha contribuido al aumento de las ITS entre los jóvenes. Según datos recientes, solo el 8.3% de los adolescentes ha recibido educación sexual de calidad que aborde aspectos más allá de lo biológico, como el consentimiento y el respeto . Esta carencia lleva a muchos jóvenes a informarse a través de la pornografía, lo que distorsiona su percepción y aumenta comportamientos de riesgo.

La ESI también es esencial para proteger a los niños y niñas, proporcionándoles información fiable y científica sobre su cuerpo y sus derechos. Además, contribuye a prevenir múltiples situaciones adversas que pueden afectar el bienestar y desarrollo integral de los estudiantes, como la violencia sexual, el embarazo adolescente, las ITS, el bullying basado en la orientación sexual, la trata de personas con fines de explotación sexual y la violencia en entornos virtuales .[5]

Entre los contenidos que se podrían tratar se encuentran: anatomía y fisiología del cuerpo humano; métodos anticonceptivos y prevención de infecciones de transmisión sexual; consentimiento y derechos sexuales; relaciones afectivas y habilidades para la vida; identidad de género y orientación sexual; respeto a la diversidad; autoestima y toma de decisiones; así como prevención de la violencia de género, el abuso sexual y los riesgos asociados al consumo de pornografía en edades tempranas. Estos temas deben tratarse con un enfoque positivo, basado en derechos humanos y en la promoción de la salud física y mental, como señalan los estándares internacionales desarrollados por la UNESCO 

En conclusión, la educación integral en sexualidad es esencial para empoderar a los jóvenes, prevenir riesgos y promover su bienestar. Es responsabilidad de las instituciones educativas, las familias y la sociedad en general garantizar que los niños y jóvenes reciban una educación sexual adecuada, basada en evidencia científica y adaptada a su edad, para que puedan tomar decisiones informadas y responsables sobre su salud y sus relaciones.







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A continuación, se adjunta un gráfico de creación propia donde se muestra una comparación entre los jóvenes que recibieron una buena educación sexual y los que no.



02 mayo 2025

Higiene del sueño: educar para prevenir trastornos del descanso desde la adolescencia

Dormir bien no es un lujo, sino una necesidad biológica fundamental, especialmente durante la adolescencia, una etapa de intensos cambios físicos, emocionales y sociales. Sin embargo, muchos adolescentes no logran alcanzar las 8 a 10 horas de sueño recomendadas, lo que puede tener consecuencias significativas en su salud física y mental. La privación de sueño en esta etapa se ha asociado con un mayor riesgo de depresión, ansiedad, disminución del rendimiento académico y problemas de comportamiento .

Uno de los desafíos principales es el desfase entre el ritmo biológico natural de los adolescentes y las exigencias sociales, como los horarios escolares tempranos. Durante la adolescencia, el reloj biológico tiende a retrasarse, lo que significa que los jóvenes se sienten naturalmente inclinados a dormir y despertarse más tarde. Sin embargo, las obligaciones escolares a menudo requieren que se levanten temprano, lo que puede resultar en una privación crónica de sueño[1]

Para promover una buena higiene del sueño y prevenir trastornos relacionados, es esencial establecer rutinas consistentes. Mantener horarios regulares para acostarse y despertarse, incluso los fines de semana, ayuda a regular el reloj interno del cuerpo. Además, crear un ambiente propicio para el sueño (oscuro, tranquilo y fresco) puede facilitar la conciliación del sueño y mejorar su calidad. [2]

El uso de dispositivos electrónicos antes de acostarse es otro factor que interfiere con el sueño. La luz azul emitida por las pantallas puede suprimir la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño, dificultando así la conciliación del mismo. Se recomienda evitar el uso de pantallas al menos una hora antes de dormir y mantener los dispositivos fuera del dormitorio. [3]

La actividad física regular también desempeña un papel crucial en la promoción de un sueño saludable. El ejercicio ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, facilitando así el sueño. Sin embargo, es importante evitar el ejercicio intenso en las horas previas a acostarse, ya que puede tener un efecto estimulante.

La dieta también influye en la calidad del sueño. Evitar comidas pesadas o picantes antes de acostarse y limitar el consumo de cafeína y bebidas energéticas en la tarde y noche puede mejorar el descanso. Además, fomentar la ingesta de alimentos ricos en triptófano, como los lácteos, puede ser beneficioso. [4]

La educación sobre la importancia del sueño debe comenzar desde la infancia y continuar durante la adolescencia. Involucrar a las familias, educadores y profesionales de la salud en la promoción de hábitos de sueño saludables es esencial para prevenir trastornos del sueño y sus consecuencias asociadas. Programas educativos y campañas de concienciación pueden desempeñar un papel clave en este proceso[5]

En resumen, fomentar una buena higiene del sueño en los adolescentes es una inversión en su salud y bienestar futuros. A través de rutinas consistentes, ambientes adecuados para dormir, limitación del uso de dispositivos electrónicos, actividad física regular y una dieta equilibrada, podemos ayudar a los jóvenes a desarrollar hábitos de sueño saludables que perduren toda la vida.




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Primera ayuda emocional: cómo educar para responder ante crisis psicológica

En un mundo donde las crisis emocionales pueden surgir en cualquier momento, la formación en Primeros Auxilios Psicológicos (PAP) se ha convertido en una herramienta esencial para brindar apoyo inmediato y efectivo. Los PAP son intervenciones breves diseñadas para estabilizar emocionalmente a las personas afectadas por eventos traumáticos, promoviendo su bienestar. Su aplicación no se limita a profesionales de la salud mental; docentes, personal de emergencias y miembros de la comunidad también pueden desempeñar un papel crucial en la atención temprana. [1]

La integración de los PAP en la formación académica es fundamental. Un estudio realizado en la Universidad Nacional de Pilar destaca la necesidad de incluir esta capacitación en los programas de psicología, especialmente para aquellos con orientación educativa, ya que les permite reconocer y manejar situaciones de crisis emocionales en entornos escolares. Además, la pandemia de COVID-19 demostró la importancia de que todos los profesionales de la salud estén capacitados en PAP, independientemente de su especialidad, para brindar una respuesta efectiva ante emergencias emocionales[2]

En los niños, la primera ayuda emocional es clave porque muchas veces no saben cómo expresar lo que sienten. Enseñarles a reconocer sus emociones y pedir ayuda les da seguridad y fortalece su bienestar. Los adultos deben estar atentos, responder con calma y usar juegos o cuentos para enseñar estas habilidades de forma cercana y efectiva.

La psicoeducación complementa los PAP al proporcionar a las personas herramientas para comprender y gestionar sus emociones. Al combinar ambos enfoques, se fortalece la capacidad de respuesta ante crisis, promoviendo la autonomía y el empoderamiento de las personas afectadas. En contextos educativos, UNICEF ha desarrollado guías para que docentes puedan aplicar PAP en situaciones de crisis emocional entre estudiantes, destacando la importancia de una intervención oportuna y adecuada[3]

La implementación de programas de formación en PAP y psicoeducación no solo mejora la respuesta inmediata ante emergencias, sino que también contribuye a la construcción de comunidades más resilientes y solidarias. Es esencial que estas capacitaciones se integren en los currículos educativos y en la formación continua de profesionales, asegurando que más personas estén preparadas para brindar apoyo emocional cuando sea necesario.

En conclusión, educar en primeros auxilios psicológicos y en habilidades emocionales es esencial para construir comunidades preparadas para enfrentar crisis emocionales. La formación adecuada de docentes, profesionales de la salud y otros actores clave en estas áreas no solo mejora la respuesta inmediata ante emergencias, sino que también promueve un entorno más comprensivo y solidario.




01 mayo 2025

La Importancia de la Salud Bucal: Más Allá de una Sonrisa Bonita

 

La salud bucal no es solo una cuestión estética ni un simple hábito de higiene, es una parte fundamental de la salud integral del ser humano. Nuestra boca es como una puerta que nos permite acceder al organismo, y mantenerla en buen estado no solo nos permite hablar, sonreír o comer sin molestias, sino también prevenir una amplia variedad de enfermedades. Descuidarla puede tener consecuencias que van mucho más allá de una caries o un mal aliento: puede comprometer nuestra calidad de vida y favorecer el desarrollo de patologías graves que afectan al resto del cuerpo.

Cada día, al cepillarnos los dientes, no solo eliminamos restos de comida o bacterias; también estamos protegiendo nuestra salud cardiovascular, reduciendo el riesgo de infecciones, controlando la inflamación del cuerpo y mejorando nuestras defensas naturales. Diferentes investigaciones científicas han demostrado que una higiene bucodental deficiente puede estar relacionada con enfermedades como la diabetes, la artritis, afecciones respiratorias e incluso trastornos neurodegenerativos como el Alzheimer. La conexión entre una boca sana y un cuerpo sano es cada vez más evidente. [1]

Consecuencias de una Mala Higiene Bucal

No cepillarse los dientes de forma adecuada permite que se acumule placa bacteriana en la superficie dental. Esta placa es una lámina pegajosa y repleta de bacterias que se forma constantemente. Si no se elimina con el cepillado y el uso de hilo dental, con el tiempo se endurece y se convierte en sarro, una sustancia mucho más difícil de eliminar que solo puede retirarse mediante una limpieza profesional de un odontólogo.

La presencia de sarro y bacterias crea un entorno perfecto para la inflamación de las encías, lo que da lugar a una afección conocida como gingivitis. Esta enfermedad es común, pero reversible si se trata a tiempo. Sin embargo, si se ignora, la inflamación avanza hacia capas más profundas del tejido periodontal y se convierte en periodontitis. Esta forma más grave de enfermedad bucal daña el hueso que sostiene los dientes, lo que puede conducir a su movilidad y eventual pérdida.[2]


Además, una mala higiene bucal está relacionada con otras enfermedades sistémicas según algunas noticias:[3]

  • Enfermedades cardiovasculares: La inflamación crónica de las encías puede aumentar el riesgo de enfermedades del corazón.

  • Diabetes: Las personas con enfermedades periodontales pueden tener más dificultades para controlar sus niveles de azúcar en sangre.

  • Artritis: Las bacterias orales pueden contribuir a la inflamación de las articulaciones.

Prácticas recomendadas para una buena higiene bucal

Para mantener una boca sana, es fundamental adoptar una rutina de higiene bucal adecuada:[4]

  1. Cepillado regular: Cepillarse los dientes al menos dos veces al día, durante dos minutos, utilizando un cepillo de cerdas suaves y pasta dental con flúor. Aunque la mayor parte de los profesionales recomiendan esperar unos 20-30 min después de haber comido para realizar una limpieza mucho más efectiva.

  2. Uso de hilo dental: Limpiar entre los dientes diariamente para eliminar la placa y los restos de comida que el cepillo no puede alcanzar.

  3. Enjuague bucal: Utilizar un enjuague bucal adecuado para reducir las bacterias y refrescar el aliento.

  4. Revisiones dentales: Visitar al dentista al menos una vez al año para chequeos y limpiezas profesionales.

¿Cuando y como cepillarse los dientes?

En el caso de que no vaya haciendo click encima de la imagen prueba aquí: dientes

Educación bucal desde la infancia

Fomentar buenos hábitos de higiene bucal desde una edad temprana es crucial. Enseñar a los niños la importancia de cepillarse los dientes y visitar al dentista regularmente sienta las bases para una vida de salud bucodental.

Aquí hay una imagen que muestra el porcentaje de niños con buenos y malos hábitos bucales en 2024:





Prevención del consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias: estrategias efectivas



Importancia de la prevención en la adolescencia

La adolescencia es una etapa crítica en el desarrollo del cerebro, especialmente en áreas relacionadas con la toma de decisiones, el juicio y el control de impulsos. Durante este período, el cerebro está en proceso de maduración, lo que puede hacer que los adolescentes sean más susceptibles a los efectos de las drogas. El consumo temprano de sustancias puede alterar significativamente estas áreas cerebrales, aumentando el riesgo de adicción y otros problemas de salud mental y física.

Estrategias de prevención basadas en la investigación

El NIDA destaca la eficacia de los programas de prevención que están basados en la investigación científica. Estos programas se diseñan para aumentar los factores de protección y reducir los factores de riesgo asociados con el consumo de drogas. Se clasifican en tres tipos:

  • Programas universales: Dirigidos a todos los niños en un entorno determinado, como una escuela o comunidad.

  • Programas selectivos: Enfocados en grupos de niños y adolescentes que están expuestos a factores que aumentan el riesgo de consumo de drogas.

  • Programas indicados: Diseñados para jóvenes que ya han comenzado a consumir drogas.

Estos programas han demostrado ser efectivos en la reducción del consumo temprano de sustancias como el tabaco, el alcohol y las drogas ilícitas.

El papel de la familia y la comunidad

La participación activa de la familia y la comunidad es esencial en la prevención. Establecer límites claros, mantener una comunicación abierta y brindar apoyo emocional puede fortalecer los factores de protección en los jóvenes. Además, las comunidades que ofrecen actividades recreativas y educativas pueden proporcionar alternativas saludables al consumo de drogas.

Evidencia de efectividad

Estudios han mostrado que cuando las escuelas y comunidades implementan adecuadamente programas de prevención basados en la investigación, se observa una disminución en el consumo de drogas entre los jóvenes. La percepción de riesgo asociada al consumo de sustancias también juega un papel crucial; cuando los jóvenes perciben que el consumo de drogas es perjudicial, es menos probable que se involucren en su uso.

En resumen, la prevención del consumo de drogas debe ser una prioridad, especialmente durante la adolescencia. Implementar programas basados en la investigación, involucrar a la familia y la comunidad, y promover una percepción clara de los riesgos asociados al consumo de sustancias son estrategias clave para reducir la incidencia de la adicción y promover una salud pública óptima.

Para más información: https://nida.nih.gov/es/publicaciones/las-drogas-el-cerebro-y-la-conducta-la-ciencia-de-la-adiccion/prevencion-del-abuso-de-drogas-la-mejor-estrategia

https://www.comunidad.madrid/servicios/salud/prevencion-adicciones

¿Cuánta sal estás consumiendo realmente? Riesgos invisibles del exceso de sodio

¿Sabías que más del 70% del sodio que consumimos no viene del salero, sino de alimentos procesados? Aunque es esencial en pequeñas cantidades, el exceso de sal (sodio) es uno de los principales factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares, hipertensión y daño renal, incluso en personas aparentemente sanas.

¿Qué es el sodio y para qué sirve?

El sodio es un mineral vital que ayuda a regular:

  • El equilibrio de líquidos del cuerpo.
  • La función nerviosa.
  • La contracción muscular.

Sin embargo, cuando se consume en exceso, el organismo retiene más agua para diluirlo, lo que eleva la presión arterial y sobrecarga el corazón y los riñones.

¿Cuánto sodio es demasiado?

La OMS recomienda:

  • Menos de 5 gramos de sal al día (≈ 2.000 mg de sodio).

Pero muchas personas consumen entre 9 y 12 gramos diarios, es decir, el doble del límite saludable, principalmente por alimentos procesados, como:

  • Pan, embutidos, quesos curados.
  • Comidas precocinadas, snacks, salsas.
  • Cereales industriales y sopas instantáneas.

Riesgos invisibles del exceso de sal

El exceso de sodio no causa síntomas visibles inmediatos, pero sus consecuencias a largo plazo son graves:

Riesgo Consecuencia
Hipertensión arterial Aumenta riesgo de infarto y accidente cerebrovascular
Daño renal Sobreexige los riñones; puede provocar insuficiencia renal
Osteoporosis El exceso de sodio aumenta la pérdida de calcio
Retención de líquidos Causa hinchazón, malestar y presión cardiovascular


Cómo reducir el consumo de sal (sin perder sabor)

  1. Revisa etiquetas: Elige productos con menos de 120 mg de sodio por 100 g.
  2. Evita embutidos y alimentos ultraprocesados.
  3. Usa hierbas, especias y limón para dar sabor.
  4. Reduce el consumo de pan blanco y quesos salados.
  5. Cocina más en casa para controlar los ingredientes.

¿Y tú, cuánto sodio estás consumiendo?

Haz el ejercicio: revisa el etiquetado de tus alimentos hoy. Suma el sodio de lo que consumes en un día y compáralo con el límite recomendado. ¡Te sorprenderás!


Para más información visite:

Relaciones tóxicas, ¿por qué son tan peligrosas?

Las relaciones tóxicas, tanto de amistad como de pareja, son un peligro imperceptible para quien las vive. Es curioso pensar que todas las personas de tu entorno menos tú se dan cuenta de que esa relación te está afectando negativamente, te está distanciando de las demás personas de tu círculo, te está prohibiendo hacer otras cosas en contra de tu voluntad...

Por eso es importante concienciar a las personas (en especial a las más jóvenes, debido a que son más influenciables) de los peligros de las relaciones tóxicas, y las consecuencias que pueden acarrear sobre nosotros.

A continuación se puede ver un vídeo del canal CasiCreativo que explica con un vídeo de animación, breve y entretenido, como afecta a nuestro corazón las relaciones tóxicas.


La anorexia manda en la adolescencia

La anorexia nerviosa es un trastorno alimentario que se caracteriza por una restricción extrema de la ingesta de alimentos, un miedo intenso...